Contra la libertad y diversidad religiosa, contra el compromiso social de los cristianos, contra el patrimonio cultural y contra nuestra historia nacional. Así evaluamos desde la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE) el atentado que sufrió el templo evangélico más antiguo de Latinoamérica, situado en la calle Corrientes 718 de esta Capital.
En las instalaciones de ese templo se realizan, desde hace más de 130 años, celebraciones cúlticas dominicales y otras ceremonias religiosas, y han tenido lugar allí significativos encuentros ecuménicos e interreligiosos. En lo social se realiza un servicio diario de albergue vespertino y comida para alrededor de 150 personas en situación de calle. Otras organizaciones de servicio y autoayuda tienen también allí su sede.
El Templo contiene uno de los órganos de tubos más antiguos del país, de reconocida calidad, donde han ofrecido conciertos varios de los más afamados organistas nacionales. Se realizan semanalmente festivales corales desde hace 40 años. Sus vitrales y estilo son motivo de reconocimiento y visitas turísticas. Su techo de madera (antiguamente cubierto por pizarra negra) fue confeccionado por carpinteros náuticos suecos, sin utilizar un solo clavo de metal. Estas y otras características han llevado a reconocerlo como parte del patrimonio histórico y cultural de la ciudad.
Presente desde los albores de nuestra historia patria, la Iglesia Evangélica Metodista es una de las iglesias más antiguas del país. Su actividad es testimonio de la diversidad religiosa y cultural que conforma nuestra nación, aportando hombres y mujeres que contribuyeron a la educación y la cultura, a la ciencia y a la política. En ese templo se realizaron los primeros cultos y predicaciones no católicas en idioma nacional. Fue el primer templo no católico al que asistió un presidente argentino (Domingo F. Sarmiento inauguró allí la Sociedad Protectora de Animales). Entre otras muchas significaciones históricas, en tiempos más recientes (1975) fue el primer lugar de reunión de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
Por eso entendemos que este atentado nos afecta a todos como comunidad nacional, y pone en juego altos valores de convivencia en diversos planos. Lamentablemente se suma a varios otros que han ocurrido recientemente en nuestro país contra instalaciones religiosas tanto evangélicas como católicas y de otros credos y comunidades. Por ello esta Federación, además de solidarizarse con la comunidad afectada, solicita a las autoridades nacionales y al gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
• El inmediato esclarecimiento de este crimen, sus móviles y eventuales responsables,
• La reparación de las instalaciones dañadas y del patrimonio religioso y cultural afectado.
Además, nos dirigimos a los medios de comunicación para que en su mensaje afirmen los valores de convivencia democrática y plural, de reconocimiento a la diversidad e igualdad religiosa, y la superación de las actitudes discriminatorias y hostiles en materia religiosa que aún subsisten.
Finalmente, nos permitimos recordar que las iglesias y otras comunidades religiosas (con excepción de la Iglesia Católica Romana) son regidas por una ley emanada de la dictadura militar, cuya derogación exigimos. Esta Federación, junto a otras entidades afines, ha propuesto, en su reemplazo, una ley que garantice la plena libertad e igualdad y el reconocimiento de la especificidad de la actividad religiosa. Confiamos que el repudio a estos hechos ayudará a que el Poder Ejecutivo y el Congreso Nacional den adecuado tratamiento a esta propuesta.
Por la Federación Argentina de iglesias Evangélicas:
Federico Schaefer Néstor O. Míguez
Secretario Presidente