Ante este nuevo acto de profanación de un templo, esta vez de la catedral de la Iglesia Católico Romana en la ciudad de Mar del Plata, la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas expresa su más vehemente repudio y condena.
Aunque el Evangelio nos desafía a perdonar a los malhechores en el convencimiento de que, al decir de Jesús, “no saben lo que hacen”, pretendemos vivir en este mundo transitorio en un estado de derecho, en el cual reine la convivencia respetuosa de todas las personas y comunidades sin distinción de sus credos o ideologías. En virtud de ello, consideramos que este hecho no debe quedar impune, por lo que esperamos que las autoridades competentes investiguen el caso y sancionen a los responsables de este agravio a la libertad de cultos.